Columna de Opinión de los Domingos
Por: Juvenal Nieves Herrera
Hay situaciones que pasan por los días de manera desapercibida o que los pobladores de una región se hacen los que no es con ellos y su deambular en ires y venires así estén dentro de un bosque niegan que los árboles les impiden mirar el firmamento. Entre tanto, quienes se hallan compenetrados con su tierra, prestos y muy listos para actuar.
Por estas tierras provinciales de Ricaurte unas tres décadas atrás, una empresa de Cemento de la Sociedad Familiar Hijos de Miguel Samper, colocó sus tentáculos en una de las veredas moniquireñas y con toda clase de artilugios logró convencer a los campesinos propietarios ancestrales de tierras para lograr la venta y comenzar a hurgarla en las mismas rocas de piedra caliza que convertirían en klinker en las fábricas de La Calera.
No obstante los pobladores defensores del medio ambiente, al conocer la pretensión, se pusieron de pie y conformando el Cabildo Verde, evitaron que arriba en la montaña se construyera una cementera y suspendiera la explotación al cabo de unos años. La Mexicana Cemex, tercera más grande del mundo en 1996, adquiere las 343 hectáreas de la Mina La Chapa, dejándola suspendida para retomar su usufructo con la prórroga minera ante la ANLA y Corpoboyaca (2024).
El dinosaurio todavía estaba allí y cuando despertó como el cuento de Augusto Monterroso, sectores ambientalistas sin pérdida de tiempo y ante el anuncio de la reactivación minera retoman la idea del Cabildo Verde de antaño para llamar a la población a detener a los intrusos que pretenden llenar sus arcas y convertir el territorio en pobreza y miseria ambiental que acabará con la vocación agropecuaria y turística que los convecinos han logrado mantener como un legado para la prosperidad de sus gentes y desarrollo económico regional.
Para una lucha tan ingente y frente a la poderosa y trasnacional Cemex todos a una la población sin distingo, las autoridades, gremios, organizaciones, entidades, instituciones públicas y privadas utilizando las herramientas y estrategias habidas y por haber lideradas por el Cabildo Verde Moniquirá, uniendo acciones y voces, buscarán por todos los medios detener la osadía de la cementera por acabar con el suelo, la flora y fauna, las fuentes hídricas superficiales y profundas, la paisajística turística, afectación a la Reserva y Parque de la Serranía El Peligro, generando además el desplazamiento de los pobladores rurales y urbanos ante la contaminación del material particulado y sus consecuencias indescriptibles para la salud.
El Cabildo Verde, ha venido adelantando una serie de actividades de orden legal y social. Presentación de un memorial ante las autoridades ambientales respectivas, encuentro con campesinos del sector veredal, marcha urbana para denunciar la pretensión, exposición en sesiones del Concejo Municipal, ilustración del cometido en instituciones educativas, derechos de petición formal, visitas ante las corporaciones reguladoras de políticas ambientales, conformación de un colectivo de organizaciones medioambientalistas de las provincias de Ricaurte y Vélez, emisiones semanales por la emisora comunitaria Hit Stereo, mensajes permanentes por las redes sociales e interlocución con las autoridades locales para su compromiso con la lucha presente.
Dos iniciativas en desarrollo : La radicación de una Acción Popular y la realización de un Foro Ambiental por la defensa del agua, la vida y la naturaleza y, contra la prórroga del contrato de concesión11968 que tramita la empresa Cemex.
Esta Columna de Opinión, completamente de acuerdo con los planes del Cabildo Verde y la Convocatoria al Foro Ambiental para el 24 de agosto/24, invitando a la inmensa mayoría de los habitantes de Moniquirá y todos los pueblos de las Provincias de Ricaurte y Vélez.
Y como quiera que insiste por todos los medios que Moniquirá y la Región ofrece su riqueza turística que se debe defender a toda costa de cualquier bumerán que ose destruirla, les comparto un Poema que ilustra, digo acá en la trastienda el goce por surcar el territorio:
Zambullirse:
El pozo azul espera a los bañistas/que en vacaciones lo poseerán. El día soleado, el trino de las aves/la arboleda tupida con un tejido de croché. La pareja de eternos amigos/acuerdan caminar hacia el manantial/pasan las nubes, ocultan el sol/ que más tarde brillará. Tomados de las manos y con ritmo acompasado/van marchando, jugando con las piedras/que las lanzan un tanto allá. Se acercan, las miden con zancadas, jemes y palmas/respirando muy quedo y fijando la mirada. Desde la cima se divisa el ojo de agua que los invita a chapotear. Dos quinchitas extasiadas en el vuelo/ los conducen en cabriolas al margen de arrayanes/enseñándoles al trino lo bello del amar. A la vera del camino una tienda campesina/les ofrece unas viandas para saciar el paladar. Melcochitas, alfandoques, mermeladas, las culonas y un chirinche licor anisado que les templa el corazón. La guabina y el torbellino, la carranga/y el requinto de Benavidez se escucha/en la victrola y acetatos de los tiempos de alpargata. Ellos descienden cuidadosos/parloteando historias afectuosas que/los viejos han contado/de su época primorosa de cortejos y amoríos/que los llevaron al altar. El chorro de agua armoniza el ambiente/y con eco profundo prepara la fuente. Unos gorrioncillos, abrevan, levantan las cabezas al cielo/agradeciendo la sed que han colmado y lo bello de la vida/que en la vereda disfrutan en oasis total. Los caminantes al oído cuchichean/lanzan piedrecillas superficiales sobre el pozo encantado/que ondas tras ondas danzarinas llegan a la orilla. Las cantatas pregonan los deseos y codicias que se aspiran a contar, saciar y gozar. El cenagal a diferencia de la piscina no exige chingue/sino ganas bien sobradas que asientan chapalear/Se descubren los atavíos y los tiran sin mirar. Las ardillas saltan de rama en rama/los jilgueros, mirlas, toches, loros, alondras, cardenales/aplaudiendo con las alas y sus cantos les aprueban/la odisea de pelarse y asolearse en natura como cuero de res/curtido en San Benito que muy tostados roncearán.
Desde la roca en trampolín/se lanzan los desnudos a lo profundo del mar de agua dulce/que los abraza y los consciente como niños en pila bautismal. Nadan como peces y delfines/se deslizan sobre el agua como tabla surfeando/chapotean, juegan con las gotas caídas en la espalda y en el hoyo del ombligo resumen y respiran. Las ranas croan, las medusas abrazan/las sirenas entonan cantos gregorianos/los escribanos certifican a los bañistas por su encanto al flotar como fragata portuguesa. Ella se aferra a Él en posición de cangrejo patas arriba/sumergiéndose cual submarino en fosa abisal. La oscuridad del aljibe/no les impide ver la anatomía de efigies griegas. Salen a flote y se leen en la mirada/las radiografías expuestas de los huesos/y las carnes rojas que el sol calcinó. Se zambullen como peces voladores/y en nado sincronizado cabezas abajo/pies hacia el firmamento rompiendo la gravedad. La tarde llega con el ocaso asomado de venados. Las ropas en la orilla se han hundido/y son cubiertos por el manto de la noche. Tomado de: Nieves Herrera Juvenal. Poemas de Libre Vuelo. Edición Asociación La Cumbre. 2023. Págs. 70-76